sábado, 31 de diciembre de 2011

Cuatro de Espadas


Las mujeres somos competitivas con el género, pero a veces se producen mágicas excepciones y coincidimos.

«Coincidir», según la RAE:
  1. Dicho de una cosa: Convenir con otra, ser conforme con ella.
  2. Dicho de dos o más cosas: Ocurrir a un mismo tiempo, convenir en el modo, ocasión u otras circunstancias.
  3. Dicho de una cosa: Ajustarse con otra, confundirse con ella, ya por superposición, ya por otro medio cualquiera.
  4. Dicho de dos o más personas: Concurrir simultáneamente en un mismo lugar.
  5. Dicho de dos o más personas: Estar de acuerdo en una idea, opinión o parecer sobre algo.

Aquí celebramos la coincidencia de encontrarnos en el mismo espacio- tiempo, superponernos, mezclarnos y concurrir a la realización y materialización de una misma idea.
Somos mujeres que transformamos plumas en espadas, sangre en tinta...que hacemos de la hoja nuestro campo de batalla sin herir las letras.

Las espadas sirven para luchar por algo en lo que creemos, defender alguna causa, incluso como adorno para las paredes sin un fin aparente, y a veces simplemente sirven para lastimar. No es en vano el paralelismo, la palabra sirve para lo mismo; es definitivamente un arma blanca, que defiende, pelea, adorna e hiere. Sin embargo,  la palabra también puede servir para curar, sanar, hacernos llegar una caricia o requerirla en un otro, cuando esta vive fuera de nosotros. La espada cuando se usa para escribir quizá hiera en el proceso, pero al fin siempre nos queda el placer de salir victoriosos tras la batalla con nosotros mismos.

Coincidir indudablemente es una serie ilógica de eslabones de una misma cadena, alineación de planetas, casualidades bien logradas, pero siempre necesita que nosotros aportemos un espacio de comunión, una pizca de confianza e ilusiones dotadas de alas.

Yo ese espacio lo tengo para vos, que te has hecho presente de mil maneras, y te traigo mis palabras que un día cualquiera encontraron en las tuyas un reflejo transparente, y se creó un sitio abierto donde fue posible expresar un "te admiro" cómodo y con eco. Hablo de vos, y hablo de cuatro, me hago voz de todas, y es responsabilidad y placer. Mis letras - instantes necesitan testigos.

Nos elegimos y nos convocará más adelante la prisa de un abrazo. Mientras tanto, como no puedo mirarte a los ojos,  te miro a las letras.
Sucede que a veces sentir afinidad por otras mujeres se transforma en una misión titánica, entonces el caos con su obrar misterioso y su voluntad inquebrantable para deshacer certezas nos acerca de modo no convencional a otras mentes, otras vidas y otros puños y letras.

Algunos caminos invisibles de experiencias nos unen.
Son pocas, son peculiares y son brillantes. Todas diferentes y con estilo propio.
Jugando a esto de dedicar palabras, soñar, dibujar y despertar héroes caídos con una única arma:
uniendo letras y formando espadas.

Habrá veces que estas espadas te lastimen y te hieran, aunque no hayan sido forjadas con ese fin; otras, en las que puedas ver incluso tu reflejo en el filo de una de ellas.
Y algunas veces quedará una marca permanente de su rojo fuego, de su negra tinta.
Se enterrarán profundo o dejarán apenas marcas superficiales.
Cuatro espadas, espalda con espalda peleándole un lugar al olvido y al tiempo que es efímero.

Cuatro reinas dispuestas al juego.
La Reina de Trébol esmerada en encontrar el lado afortunado a la vida
y gnomos al final del arco iris.-
La Reina de Diamantes que disfruta sus logros, arriba al prestigio
y conquista el reconocimiento de quienes admira.
La Reina de Corazones que los expone, sin miedo. Los roba,
sólo para entregarlos y rearmarlos cuando se destrozan.
La Reina de Espadas que sale cada día decidida a enfrentar al mundo,
contra el destino, sin perder jamás la ternura oculta trás su armadura.
Cuatro reinas dispuestas - por generosas o perversas -
a compartirlo, mostrarlo y a disfrutarlo
Nunca sabrás cuál es cuál porque su palo va cambiando,
mientras la vida manipula la baraja.
Fue cuestión primero del azar y luego de la consciente exigencia
lo que dispuso a estas cuatro reinas sentarse frente a esta mesa [de letras] a jugar.-




3 comentarios:

  1. Se espera con ansias el momento en que desenvainen.
    Mientras tanto, si muero en batalla, pido a Odin que me reciba en Valhalla y que ustedes sean las Valkirias.

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  2. Presentia ya que se salen de la vaina ;)
    Sera un placer ver tan filosas damas en letras.
    Grata noticia para comenzar 2012 - brindo por Ustedes!

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  3. No voy a caer en la obsecuencia de decir que "qué maravilla: mujeres que se ponen de acuerdo y escriben juntas" si lo que realmente pienso es que la escritura es lo más individual imaginable, se hace con el cuerpo de cada uno; que la proximidad entre mujeres es una catástrofe y, finalmente, que el hecho -si sucediese- difícilmente sería maravilloso para los lectores del género masculino en estos momentos en que todos los males del femenino se nos atribuyen: seguramente nos ensartarían todas y cada una de las espadas que mencionan.
    Pero con inmenso placer me voy a dejar clavar. Nunca sin resistir. No se la van a llevar de arriba. ¿Qué se creen éstas?

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