lunes, 26 de noviembre de 2012

Acuarela

Me gustaba como éramos, casi estaba resignado al peso de un futuro concreto, a esa cordial compañía del amor para siempre, del enamoramiento esporádico, improbable.  Quizá incluso más que resignado: estaba dispuesto.
Pero ocurrió. Una noche escribí una mujer perfecta y no tuve más remedio que dejarte.
Te dije: «No es que vos no seas la adecuada», pero no te dije que quizá fueras lo más cerca que alguna vez iba a estar de ella y su perfección contigua. Ya había detonado un proceso irreversible, y no servía de nada saber que no existía, porque no existía pero tampoco era imposible: yo ya la había creado.
Me preguntaste cómo ocurrió y la verdad no sé. Fui deseándola de a poco, tamizándola en mi realidad ilusoria, buscando detalles de ella en vos y en cada una de las mujeres que me socorren. Fui esculpiéndola. Y después tus celos, como una lejanía, me fueron mostrando todo el espacio que te sobraba en mi acuarela de mujer perfecta.
«Te dejo porque quiero dejarte», te dije y empezaste con los adjetivos: infiel, impasible, negador absoluto y compulsivo; «Andá a perseguir las polleras que sobrevuelan a tu alrededor».
Y todavía yéndote: «Alguna vez te vas a dar cuenta de que ella no existe».
«No existís vos», pensé, porque te dejaba para eso: para condenarte a la inexistencia con la que la describías.
A ella, sí; a mi acuarela de mujer perfecta.

7 comentarios:

  1. Gracias a usted por compartir sus pinceladas de poesía.-

    ResponderEliminar
  2. Gracias por venir Nico vos a ocuparlo. Y como coloreaste las paredes,
    el espacio se rindió y se hizo tuyo.

    Sil.

    ResponderEliminar
  3. El espacio es un territorio salvaje que pertenece a quien llega, conquista y ocupa.
    Siempre sos bienvenido.
    Gracias por compartirnos tus pinceladas.

    ResponderEliminar
  4. Hola Nicolás,
    Bellas tus palabras.
    Me gusta la idea de despintar para notar que era lo que existía detrás del maquillaje que nos ponemos, todo el tiempo, los unos a los otros.
    Aquarella es agua de ella, la esencia de lo que ya no huele, pero que a veces necesitamos perfumar con colores, como los que vos dejás.
    Salud.
    Arrabal.

    ResponderEliminar
  5. Wow, simplemente hermoso, nico eres super buen escritor.. :) besos y saludos desde Republica Dominicana

    ResponderEliminar